Declarar que el Otro no existe no afirma su desaparición, muy por el contrario, lo que afirma es su singularidad, su construcción a la medida del deseo, del goce de cada uno. ¿Qué hacer frente a ese Otro múltiple en su singularidad? ¿Cómo conducirse en un universo donde los grandes faros de la existencia carecen de cuerpo, donde la marca indeleble es la levedad?
Con las cuatro películas de este primer ciclo intentaremos develar los diferentes mecanismos desplegados por el sujeto en su quehacer cotidiano, develar las resoluciones halladas por el sujeto posmoderno.
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